viernes, 6 de abril de 2012

EL PENE.

Para aquellas que gustan de los hombres, esta entrada sobre El Pene.



El pene humano está conformado por tres columnas de tejido eréctil: dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso. Los primeros se encuentran uno al lado del otro en la parte superior del pene, mientras que el último se ubica en la parte inferior.

El glande, una zona muy sensible, constituye el final del cuerpo esponjoso y la parte más ancha del mismo. Tiene forma de cono y está recubierto por un pliegue de piel suelta, el prepucio, que puede ser retirado hacia atrás, para dejar el glande expuesto, o puede incluso eliminarse a través de una sencilla intervención quirúrgica. El área de la parte inferior del pene de donde se sujeta el prepucio se llama frenillo.



Se conoce como erección al estado en el que el pene se vuelve rígido y aumenta de tamaño, debido a que su tejido interno (cuerpos cavernosos) se llena de sangre. Las erecciones suelen ser consecuencia de la excitación sexual, aunque también se presenta en ocasiones en las que no existe estimulación táctil ni psicológica.


El mecanismo primario que hace posible una erección es la dilatación de las arterias que suministran sangre al pene, las cuales permiten de esta manera el paso de más sangre para llenar el tejido esponjoso y eréctil de las tres cámaras internas, causando aumento en el tamaño del pene y rigidez en el mismo.



El tejido eréctil, ya ensanchado, presiona las venas, impidiéndoles llevarse demasiada sangre. Es mayor la cantidad de líquido que entra al pene que la que sale del mismo, hasta que se alcanza un equilibrio, en el que fluye el mismo volumen de sangre a través de las arterias dilatadas que a través de las venas comprimidas. Por ello, el tamaño definitivo en erección del pene no se alcanza sino hasta que se llega a dicho equilibrio.



La erección hace posible el coito, pero no es indispensable para todas las actividades sexuales. El pene, ya erecto, puede apuntar (ángulo eréctil) hacia arriba, hacia abajo, paralelamente al suelo o en muchas otras direcciones. Estas diferencias en el ángulo eréctil dependen de la tensión del ligamento suspensor que hace que el pene erecto esté en dicha posición. El grado de rigidez del pene de cada individuo también es variable.




Cuando un chico entra en la pubertad, sus testículos comienzan a crecer y a producir cantidades mayores de testosterona. El crecimiento del pene comienza alrededor de los 13 años y continúa hasta los 18, aproximadamente. Durante este proceso aparace vello púbico alrededor en la zona genital. Comienza la producción masiva de espermatozoides y de semen, por lo que el chico puede tener poluciones nocturnas acompañadas de sueños de tipo sexual. También, la mayoría de ellos comienzan a masturbarse. Los cambios en la pubertad y en la adolescencia son, por supuesto, no únicamente físicos, sino también psicológicos.



Aunque los resultados varían en cada estudio, se cree que el tamaño del pene erecto es, en promedio, aproximadamente de 12,9 a 15 cm de longitud, con un intervalo de confienza que va de 10,7 a 19,1 centímetros, mientras que el perímetro (circunferencia) promedio se ha establecido cerca de los 12,6 cm (4,97 pulgadas), con una desviación estádar de 1,29 cm. En estos estudios no fue posible determinar diferencias entre diversas poblaciones humanas.



Algunas mujeres siente la Envidia del Pene y quieren tener uno para si; otras fantasean con tener sexo con una mujer dotada de un buen Pene.



Deseo que todas las que les gusta estar con hombre disfruten mucho.




 










jueves, 5 de abril de 2012

TU VULVA

Como ya saben, me encanta hablar de la Vulva. Y quiero que todas amemos a nuestra vulva como el tesoro que es. La vagina, el vestíbulo, los labios y el clítoris la conforman, no deberíamos llamarla solo vagina. Todas esas partes forman una bella y delicada flor, única para cada mujer.
Y esta insistencia radica en que por razones de belleza y por supuesto, por razones de salud, debemos ponerle mucha atención. Mantenerla limpia, consentirla, usar los protectores adecuarlos, no maltratarla, en fin, quererla mucho.
¿Cómo mantener en perfecto estado la región genital?
Primero evitar las prendas ajustadas ya que pueden maltratar la vulva e impedir una adecuada circulación.
Escoger ropa interior cómoda, sobre todo suave y elástica. En general, los materiales más elegidos son el algodón o lycra, aunque las más osadas utilizan el encaje, sobre todo para la noche. Los expertos señalan que entre el algodón y la lycra, es preferible inclinarse por el primero. El algodón permite que la piel respire mejor y evita que las zonas íntimas transpiren. La ropa interior de encaje es mejor utilizarla únicamente de noche o en momentos especiales ya que tienen un alto contenido de poliéster que no dejan ventilar las zonas íntimas del cuerpo.

La vagina tiene sus propios mecanismos de autolimpieza y protección, por lo que las duchas vaginales no se recomiendan como medida rutinaria de higiene, a menos que formen parte de un tratamiento médico.
Para la limpieza de la zona íntima es mejor utilizar productos con agentes limpiadores neutros y que no alteren la acidez de la mucosa genital. Preferiblemente no usar esponjas o guantes, ya que éstos acaban siendo elementos con una carga de microbios que pueden provocar una infección.
Los perfumes y desodorantes íntimos son potencialmente irritantes, por lo que se debe evitar o moderar su uso. Esto es importante, porque si mantienes tu vulva limpia y fresca te darás cuenta que posee un aroma agradable, incluso excitante, para ti y tu pareja. Se te familiarizas con tu propio aroma, podrás darte cuenta de los cambios. Si esto ocurre puede ser síntoma de alguna infección, lo que te dará tiempo de ir al médico.
Respecto a lo anterior, no se debe olvidar que la vulva es una fuerte de feromonas, las que provocan ese sentimiento de atracción hacia ti, esa química sexual, la comunicación invisible. Las bloquearás si utilizas perfumes íntimos y si descuidas tu higiene.
Lavar los genitales antes y después de mantener relaciones sexuales, especialmente si se has utilizado lubricantes o algún otro preparado para ayudar. Esto debes aplicarlo casi para cualquier contacto genital. Si utilizas juguetes sexuales, debes mantenerlos bien limpios. Cuando te masturbes, lávate al final, para que la lubricación natural de tu vulva no se acumule y genere malos olores.
La frecuencia de cambio de las toallas higiénicas o tampones durante la menstruación variará mucho en función de la cantidad de flujo de cada mujer y del día del ciclo en que se encuentre. No obstante, en ningún caso debería exceder las 4 a 6 horas. Previa y posteriormente a la colocación de un tampón deben lavarse las manos.
No te olvides de tu ano. Mantenlo siempre muy limpio. Como ya no es un secreto el que la zona anal proporciona placer sexual, muchos consideran ésta como parte de los órganos genitales externos.
Es bueno para tu vulva dejarla libre y que respire, al natural. No usar ropa interior por una o dos horas, como al llegar a casa después de una larga jornada, lavarla bien y colocarse solo una falda o un pantalón holgado. Te podrás sentir fresca y cómoda. O en esos fines de semana en los que no quieres salir a ninguna parte. Algunas mujeres se atreven a salir de casa sin ropa interior. Puede ser cómodo y agradable sentir la brisa, pero que tal un fuerte viento que te levante la falda?

Siéntete orgullosa de tu preciosa flor genital. Mantente siempre bella, siendo tu misma.