Naturaleza Femenina: 2013

sábado, 6 de julio de 2013

PARA FANTASEAR (Noche de Hotel parte 1)

NOCHE DE HOTEL Parte 1.

Imagina que estás en un hotel, sola, aburrida porque no tienes nada que hacer. Es de noche, llegas a tu habitación después de una pequeña caminata por la ciudad. Cuando estás por llegar, de la habitación frente a la tuya percibes los sonidos de una pareja haciendo el amor.

Te da curiosidad y te acercas a la puerta para detallar mejor los sonidos, los gemidos, las palabras de amor que se dan el uno al otro. Solo estás ahí un par de minutos y decides entrar en tu cuarto, pero todo ha quedado grabado en tu mente. No te percatas que dejaste la puerta abierta.

Decides tomar un baño antes de dormir. Te metes a la ducha recordando los gemidos de aquella chica. Por alguna razón encuentras más agradable el recorrer del agua tibia por tu piel, el roce suave del jabón sobre tus senos.

_ Me encantan tus senos – de decía el chico a su pareja.

_ Son tuyos mi amor- contestaba ella.

Tu mente quiere recrear la escena pero tú no quieres. “No es para tanto” te dices a ti misma. Al salir te paras frente al enorme espejo pegado en la pared, curiosamente ubicado dando a la cama. Mientras cepillas tu cabello no puedes dejar de admirar tu cuerpo desnudo. Piensas “¿mis senos serán hermosos como los de ella?”, pero de inmediato te corriges “¡tal vez los de ella son casi tan bellos como los míos!”.

Te das cuenta que ya estás caliente. Te dan ganitas de tocarte. Sabes que no tiene nada de malo hacerlo, estás sola y aburrida. Así que sin dejar de mirarte al espejo comienzas a acariciarte. Reconoces que tienes un lindo cuerpo, que te gusta que los hombres te miren. Los roces de tus manos sobe tus pezones te hacen estremecer.

Acostada en la cama, continúas con las múltiples caricias que te das. “Que rápido me excité”, piensas mientras observas tu manita mojadita por la humedad de tu vulva. Mantienes los ojos cerrados. Aún tienes esos sonidos grabados en tu mente. Tu imaginación crea imágenes para acompañar esos sonidos.

Tu mano derecha trabaja sobre tu clítoris; ella ya sabe qué hacer, ya sabe cómo moverse, donde tocar.Tu excitación aumenta. Tu cuerpo se estremece cada vez más y más. Comienzas a imitar los gemidos de esa chica. Lo haces cada vez más fuerte.

_ Más profundo mi amor…. más rápido – fue lo último que alcanzaste a escuchar de ella.

“Un pene”…fantaseas con ese lindo pene que te hizo el amor una vez. Tu dedito en tu vagina no se siente igual, aunque se esfuerza. “¡Necesito un pene!” exclamas en voz alta, mientras te aproximas al orgasmo. Tus gemidos salen a voluntad, te retuerces de placer, las contracciones son intensas.